jueves, 30 de junio de 2011

Pero ya me encontre (:


Me perdí, es cierto. Me he perdido tratando de encontrarme a mí misma, a mi de niña, sin escrúpulos, prejuicios, preocupaciones sin sentido, mas que la de divertirme. Me he perdido tratando de ser yo misma, de ser original, pero es que se me ha olvidado lo que escribía cuando escribía a menudo: Lo que yo quisiera.
Me perdí, me he hundido en la búsqueda de algo extravagante, algo que sobresalga por su humildad, pero que al final de cuentas sobresalga. Me perdí tratando de hacer lo que quería hacer, desviándome de mi principio “haré lo que quiera, reciba aplausos o no, estoy dispuesta a enfrentarlo”. Me perdí en algo, tan humano, tan básico… olvidé que los aplausos son tan efímeros, el lenguaje es simplemente para expresar lo que piensas, y el principal objetivo de este blog era ni más ni menos el mismo objetivo que el lenguaje tiene para mí… Para mí… eso me recuerda algo que he escuchado muchas veces por el mundo; nada es real, cada realidad es diferente para todos, por lo tanto lo que tú crees es verdad. ¡Fluyan, palabras! ¡Rocen, pensamientos, los ojos del lector! ¡Y nunca se desvanezcan, quiero volver a leerlas! No quiero volver a olvidar mis principios, mi felicidad, mis fortalezas, mi esencia. A fin de cuentas, algo extravagante esta en la sabiduría, y en ella esta el hacer sin esperar nada a cambio.